viernes, 18 de diciembre de 2009

MÚSICA PARA LAVAR LOS PLATOS

el zuero,
el rostro cambiado.
hay cosas que no volverán.

le leo.
se queda dormido.

me ama.

yo no pienso en eso,
yo pienso en mi.

y tengo miedo
mientras crezco.

en menos de dos horas
sueño con mi hermano,
con zapatillas,
con mi padre,
con el campo,
con mi madre,
con escaleras,
con una chica que nunca fue mi novia,
con música.

y con cosas que ya no recuerdo
pero que me obligaron a escribir
después de unos meses.

encendí la computadora para hacer un trabajo,
puse música para lavar los platos.

shuffle.

winamp ejecutó anthony and the johnsons:
una voz ronca y un sonido
de viento congelado
y fotos sobrexpuestas.

- los platos no se lavan con esta música…

y abrí word para empezar el trabajo pero no pude obviar a los sueños
y menos a los sueños de la siesta.

no pude ignorar el tiempo,
la distancia,
la claridad otoñal de afuera,
algo parecido a la felicidad
(de la que nunca me hago cargo).
mis veintitantos años,
mis ganas incontenibles de abrazar a un ser querido.
mis ojos que lloriquean
y me alivian.

…las cosas también dan un respiro…

la habitación hace equilibrio, suspendida.

Hacen falta varios pulpos para abrazar a todos ustedes,
porque yo a veces no estoy,
y siempre hay momentos malos

en los que me abrazo a mi mismo...

J. B.

LUNARES

Fotos x Juan Bitar